Mi lista “smart” de la compra

Uno de los post más seguidos de este blog es uno que publiqué en abril de 2011, titulado “Ingenieros de la compra”. No tengo ni idea de por qué acumula tantas visitas pero eso es lo que dice el contador.

Entonces publiqué la lista/plano de la compra de mi amigo Jorge pero, visto el éxito, voy a poner hoy la mía, la que llevo al supermercado de mi barrio.

Es muy fácil de hacer incluso para alguien un poco torpe como yo. En mi caso opté por utilizar una hoja de Excel, que es un programa que entiendo, cosa que no puedo decir de muchos.

  • Primero hice en un papel, en el propio lugar, un plano genérico de los pasillos y de las góndolas, bien chapucero (da igual) 
  • Después, en casa, creé la hoja con los pasillos sombreados en gris (no se distinguen mucho en el escaneado pero sí en el papel) 
  • Una vez definidos los pasillos se entiende visualmente la estructura del supermercado y se pueden rellenar los productos que hay en cada lineal. 
  • Se guarda el documento, se imprimen una o dos hojas, se pegan en la nevera con un imán y ya está. 
  • Cuando tengo que ir a la compra cojo una hoja de la nevera y marco cada producto que necesito, como en ésta que veis. 
  • Si en plena compra veo un error o me da por anotar otro producto lo pongo a mano y luego modifico el documento en casa. 

Como veis, hoy he hecho compra. Como no pierdo el tiempo buscando nada ni retrocedo, he tardado menos en comprar que el cajero en cobrarme. Además ahorro dinero, porque evito pasear por el super explorando y cayendo en la tentación de comprar cosas innecesarias.

Es útil y ganas mucho tiempo aunque las dos o tres primeras veces te tengas que molestar con papel y boli. Ahí tenéis la idea.

Yo también te pido perdón

Pablo Iglesias

Soy militante socialista desde hace 35 años así que he tenido muchísimas ocasiones de equivocarme. Lo he hecho infinidad de veces y, ya que estamos a ello, voy a pedirte perdón yo también por algunos de esos errores.

  • Te pido perdón por haberte mentido tanto, diciéndote siempre lo que querías oír y no lo que era cierto. Te pido perdón por haber confundido la tarea de la política con la herramienta del marketing. Leer más

320 papeles

No he podido poner ninguno de 500 porque nunca he tenido uno

Cuántas cosas están cambiando con esta crisis. El Presidente Rajoy nos anuncia ahora la inminente aparición en España de un nuevo tipo de de habitante, de un nuevo modelo de ciudadano: el “Conpapeles”.

Si hasta ahora se hablaba de “Sinpapeles”, en referencia a quienes huían de la pobreza y llegaban a nuestro país sin la documentación suficiente para contar con plenos derechos, ahora hemos sabido que el Gobierno se plantea crear una novedosa puerta de entrada. ¿Qué digo puerta? Arco del Triunfo, más bien, por el que entrarán desfilando con todos los derechos reconocidos instantáneamente aquellos extranjeros que puedan permitirse comprar un piso en España de más de 160.000 euros, o sea 320 papeles de 500€ cada uno o 32.000 papeles de 5€.

Pero no crea usted que se trata de una novedad. ¡Qué va! Esta medida de los 320 papeles entronca perfectamente con las más rancias tradiciones hispanas. Los mayores de mi familia aún recuerdan que, en su niñez, quienes pagaban bulas a la Iglesia quedaban eximidos del ayuno y de otras penitencias que se imponían al común de los mortales. Las bulas eran también papeles. En los antiguos reynos de las Españas, los papeles de banco sirvieron para comprar títulos de nobleza, que entonces suponían la apertura instantánea de las puertas públicas, cerradas al común de la gente.

En la Costa del Sol a los inmigrantes con chilaba que traen los maletines llenos de pequeños papeles de color verde nadie los desprecia como sí se hace con los vestidos también con chilaba pero que no aportan tales papeles. No es la chilaba, ni el idioma, ¡que son los papeles oiga!

Ya ha dicho el Gobierno que tal medida tendría por objeto dar salida al erial inmobiliario que nos ha dejado la locura del ladrillo y se comenta que los inmigrantes más interesados podrán ser chinos y rusos. ¿Vendrán los desahuciados de Chernobil o se parecerán más al ciudadano chino que tenía en Fuenlabrada tantos papeles que los transportaba en carros de supermercado?

Ya puestos, propongo que si además de un piso compran también un local y ponen un bar a ellos sí les permitamos fumar en él, como al Sr. Adelson en Eurovegas; todo en deferencia por su generosidad con los papeles. Ya estoy viendo de nuevo hincharse la burbuja y al País renacer como Ave Fénix sobre las cenizas de la dignidad de sus ciudadanos y de la vergüenza de su gobierno. ¿No empapelarán a alguien por esto?

Publicado en Danok Bizkaia el 23 de noviembre de 2012

27 de 75 votos

Escaño del Parlamento Vasco

Es imposible que Patxi López gobierne con 25 de 75 parlamentarios”. Cuando Antonio Basagoiti retiró su apoyo al Gobierno al Lehendakari socialista la imposibilidad de que López siguiera como Lehendakari se convirtió casi en un mantra de tanto como se repetía una y otra vez en declaraciones y artículos.

Por mucho que el último y supuestamente agónico tramo final discurriese con sorprendente normalidad (los socialistas apenas perdieron 3 ó 4 votaciones menores de más de 60) lo cierto era que en aquella situación López no podía presentar un presupuesto, que es el guión básico y fundamental de la acción de cualquier Gobierno, y menos podía hacerlo en unas circunstancias tan difíciles y graves como las que estamos viviendo. Con solo 25 de 75 votos era imposible y su debilidad le aconsejo convocar elecciones.

Sin embargo ahora nos encontramos con que Urkullu va a formar Gobierno (y a preparar un presupuesto) con 27 de 75 parlamentarios. 27 son más que 25, pero es obvio que la misma debilidad que tuvo López al final de su mandato la va a sufrir el nacionalista desde el minuto uno del suyo.

Y no crean que es asunto menor. La política no es sólo el vistoso espectáculo de las elecciones, ¡qué va! Resulta que después, con el resultado y con las mayorías que salen de las urnas, hay que tomar decisiones, siempre complejas y difíciles pero más aún ahora.

A López se le insistió en que con aquellos 25 de 75 no podía seguir “ni un día más”. En unas semanas tendremos un gobierno que habrá cambiado los 25 por los 27. Sin embargo es lo que hay porque el PNV no ha sabido o no ha querido pasar por el trago incómodo de acordar para asegurarse así una mayoría suficiente.

Como consecuencia no tendremos, ni de lejos, ese tan necesario “gobierno fuerte” al que se apelaba hace pocas semanas. Todo lo contrario, nos tendremos que arreglar con el gobierno más débil y con el Lehendakari que menos apoyos habrá tenido desde Garaikoetxea.

A López le faltaron 13 votos al final, a Urkullu le faltarán 11 desde el principio. Tengo curiosidad por saber cómo lo va a hacer y también qué van a decir ahora aquellos que con tanta vehemencia denunciaban la insostenible minoría del socialista.

Publicado en Danok Bizkaia el 16 de noviembre de 2012

MANIFIESTO CONTRA EL DESPOJO INMOBILIARIO

Reproduzco, con su permiso expreso, las palabras y la propuesta que mi amigo Rafa Iturriaga publicó en un post  hace unos meses pero que estos días es de repugnante actualidad.

Dice cosas como estas:


NO COMPRAR PISOS A LOS BANCOS
Los bancos están anunciando con total descaro que sacan a la venta, entre otros, los pisos que han embargado a la pobre gente que no ha podido pagar sus hipotecas y que lo hacen baratito e incluso con facilidades de financiación.
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Obama. Política de otros colores

Mitt Romney. Foto La Vanguardia

Barack Obama seguirá siendo Presidente de los Estados Unidos. Es verdad que el enorme espectáculo de la política americana nos ha llegado siempre pero también es cierto que en esta ocasión hemos tenido un especial interés a juzgar por los enormes espacios y programas dedicados en los medios a la campaña y a la propia elección. Puede que sea por el propio carisma del Presidente o tal vez porque buscamos al otro lado del mar un modelo político y económico alternativo al triste y desolador que nos ofrece Europa para salir de esta crisis. Quién sabe!

Lo que no me negarán es que tanta pasión de ahora contrasta con la actitud tradicional que muchas personas progresistas solían tener respecto a la política americana, sobre la que acostumbraban a hacer comentarios displicentes, emitidos desde una actitud de superioridad arrogante y engreída que a duras penas podía ocultar su extrema ignorancia de la compleja sociedad americana.

Y esa sociedad compleja es, precisamente, la que ha demostrado que los viejos tópicos están llenos de grietas, que ya hay muchos americanos que no se creen aquello de la América libre de hombres libres que buscan y encuentran su oportunidad. Los jóvenes, las mujeres, los urbanitas, los negros y muy especialmente los hispanos le han dado la victoria a Obama. Es decir justo los que se saben excluidos de la épica del hombre hecho a sí mismo que no necesita del Estado y se basta con su rifle. Justo esos.

Las sociedades cambian lenta pero inexorablemente. Las crisis no solo afectan a la economía sino que también están en la vida cotidiana, sobre todo en sociedades tan dinámicas y tan plurales como las que vivimos allí y aquí. Cambios que –atención- hacen que las viejas ideas ya no signifiquen nada para muchísima gente. Obama es un gran líder pero no es él quien ha traído el cambio, es el cambio social lo que lo ha traído a él.

Hemos visto que en América los demócratas han sido capaces de conectar con esa sociedad que evoluciona, mientras que los republicanos se han quedado con sus viejas historias de siempre. Veremos aquí, en nuestra tierra, quiénes son capaces de entender los cambios sociales que también están pasando a nuestro alrededor y quiénes prefieren quedarse sentados en sus rancias pero confortables certezas. Al loro.

Publicado en Danok Bizkaia el 9 de noviembre de 2012

La culpa es del IVA

“La subida del IVA desploma el consumo”. “El IVA da la puntilla al comercio”. ”La subida del IVA hunde al minorista”. Son titulares recientes. Parece que ya ha aparecido el culpable de las penas de nuestros comerciantes, ya sabemos sobre lo que disparar. Hemos hallado enseguida la simple y confortable explicación de al menos esa parte de nuestras penas: ¡Ha sido el IVA!

Las soluciones rápidas y sencillas tienen enorme éxito entre nosotros. No debe extrañar; siempre será más fácil adelgazar tomándose una pastilla que tener que pasar por el largo y agotador proceso de comer menos y sudar más. Con los problemas pasa lo mismo: encontrar un culpable y señalarlo es tan tranquilizador que nadie se resiste a hacerlo: “Muerto el perro se acabó la rabia”, decía el viejo refrán.

Sin duda la espectacular subida del impuesto que mejor conocemos todos no habrá ayudado al negocio de los tenderos (caída del 10,9% de ventas respecto a setiembre 2011) pero la realidad es que, mes tras mes, ya llevan soportando 4 años de caídas en las ventas. Algo tendrá que ver nuestro odiado IVA pero sin duda hay mucho más. Por supuesto que lo hay, solo que es aún más incómodo y doloroso que el footing o el gimnasio.

Más inflación, rebaja de los salarios ya bajos, aumento de los precios de transporte, copago sanitario, reducción de becas, menos actividad económica y más incertidumbre, una de cada cuatro personas que quiere trabajar no puede hacerlo, no hay crédito pero sí desahucios, las familias empiezan a reducir su consumo incluso en alimentación básica (donde el IVA se mantiene, por cierto).

No es el IVA. Es mucho peor. Es la desconfianza y la pobreza. La de quienes ya la sufren y la de quienes temen caer en ella. Los servicios públicos que hoy se destruyen no solo atendían a los más desafortunados sino que eran la red que permitía a la clase media seguir siéndolo y por consiguiente seguir siendo también consumidores. Ahora los suprimen porque dicen que son caros pero hoy pagamos más impuestos y no menos. Sin embargo vamos perdiendo aquel colchón público que, en caso de necesidad, nos protegía. Es una sociedad que hiberna, que se cierra, en donde el grito y la protesta conviven con el miedo.

Hace meses escribí en esta misma columna que quienes aplaudían entonces fervorosos las reformas tal vez necesitasen las manos para cavar las tumbas de sus negocios. Pero como todo esto es muy incómodo y a nadie gusta ser agorero, huyamos de la realidad y vayamos todos juntos, y yo el primero, con las teas encendidas a por el malvado IVA: ¡Ha sido el IVA!…¡Ha sido el IVA!…¡A él!…¡Que no escape!

Que España funcione

© Manuel López. Madrid, 1977

Cuando en los 80’s la izquierda accedió al Gobierno de España por primera vez le preguntaron a su entonces candidato Felipe González en qué consistía «el cambio» que propugnaba su campaña y él respondió «el cambio es que España funcione». Ganó las elecciones.

España empezó, efectivamente, a funcionar pese a que nos encontrábamos en una crisis enorme y con una inflación desbocada. Aun así, se reconoció el derecho de todas y todos a la educación y a la salud (hasta entonces eran servicios pero no derechos) se hizo una dolorosa reconversión industrial, se reformaron las leyes y se impulsó la construcción del Estado autonómico. España entró definitivamente en la OTAN y más tarde en la Unión Europea. No fue un camino de rosas pero España empezó a funcionar como un país normal, que era lo que muchos envidiábamos: la simple pero valiosísima normalidad. Hubo hasta momentos cumbre, como la Expo o los Juegos de Barcelona. Se llegó a decir en Europa que los españoles éramos los «alemanes del sur».

Hoy la desafección popular tiene que ver, precisamente, con que España ha dejado de funcionar. Cierto es que por fin estalló la burbuja inmobiliaria y nos destapó la mentira que todos sospechábamos. No menos cierto es que el resto del mundo vivía de otras mentiras financieras que también estallaron pero lo evidente ahora es que con los mimbres que nos quedan hay que pensar en hacernos otra cesta diferente, pero es seguro que tenemos que construirnos una y que no podemos renunciar al futuro.

No puede ser que la izquierda se considere ajena a las formas de creación de riqueza y se preocupe solo de su reparto equitativo, no puede ser que la derecha crea que salvará al país destruyendo su clase media. No puede ser que esa misma clase media ignore que los servicios públicos que paga son justo los que le permiten no caer en la miseria cuando vienen mal dadas. No puede ser que la primera opción de nuestros universitarios sea irse fuera. No puede ser que consideremos cualquier impuesto un abuso. Desde luego que no animaremos a las personas excelentes a que sustituyan a los actuales políticos gritando consignas insultantes contra todos porque creerán, no sin razón, que solo buscamos carne fresca para alimentar la demagogia callejera y mediática.

Revisemos nuestros partidos, todos. Repensemos las estructuras territoriales que en su momento nos sirvieron. Podemos empezar por buscar más la verdad y menos el titular, por escuchar más a los que hablan y menos a los que gritan. Hay gente cabal en todas partes. En las universidades hay mucha, en las empresas bastantes, en la banca aún quedan, en el funcionariado hay gente extraordinaria y también hay materia gris -por supuesto- en los partidos y en los sindicatos. Incluso ahí.

Este no es ya el tiempo de Adolfo Suarez o de Felipe González. Es el nuestro. Tendremos que revisar sus decisiones y adoptar las nuestras pero lo que no podemos permitirnos es que España siga sin funcionar. Por favor no nos creemos ahora una nueva burbuja pero ésta de tristeza.

Publicado en Danok Bizkaia el 26 de octubre de 2012

25 de octubre. Día de San Crispín

Batalla de Agincourt. Miniatura S XV



Me recuerda mi compañero José Antonio Delgado que hoy, 25 de octubre, no solo ha sido el día de Euskadi sino también el día de San Crispín, en el que franceses e ingleses se enfrentaron en la batalla de Azincourt (o Agincourt), que nadie como Shakespeare inmortalizó en su obra Henry the fifth.

El Estatuto que votamos democráticamente aquel día es el acto fundacional de la Euskadi que conocemos y el inicio definitivo de nuestro autogobierno democrático (porque hay otros).

Entonces el pueblo vasco consiguió su propio Parlamento (que hemos renovado hace días), su Gobierno, sus instituciones y su misma existencia como realidad política. No hay fecha más importante en nuestra historia y justo es que así se recuerde. Fue el Estatuto y ninguna determinación telúrica lo que hizo del País Vasco un entorno político y un espacio de reconocimiento mutuo y de convivencia.

Fue, por tanto, un acto cívico y no un mito lo que nos hizo sociedad. Y quienes tuvimos la ocasión de estar allí tenemos derecho a conmemorar aquel momento con orgullo. Si alguno es amante de la épica, puede aprovechar la coincidencia de fechas y sentir que perfectamente podría ser él o ella uno de aquellos soldados del rey inglés a los que dirigía la famosa arenga:

Nosotros pocos, felices pocos, nosotros, grupo de hermanos;
Pues el que hoy vierta conmigo su sangre
Será mi hermano; por villano que sea,
Este día le hará de noble rango:
Y muchos caballeros de Inglaterra, que ahora están en la cama
Se considerarán malditos por no haber estado aquí,


Igual que en Azincourt aquel 25 de octubre de 1415, en Euskadi la sangre y el miedo también han estado presentes en una batalla victoriosa al fin como aquella, pero que ha durado mucho más. A quienes lucharon por nuestra Euskadi democrática entonces y durante todos estos años; Agur eta Ohore.

Usted decide

Atribuyen a Winston Churchill la cínica expresión “la democracia es el peor sistema político…si exceptuamos todos los demás”. Efectivamente la democracia es un método de gobierno que, de entrada, nace de la desconfianza profunda en el ser humano. Ya empezamos mal ¿verdad?. Pues así es. La democracia desconfía tanto del gobernante que le pone constantes barreras y controles, desde los parlamentos a las leyes, pasando por la justicia, la opinión libre y la prensa. Pero no contenta con eso obliga al dirigente a pasar reválida cada tantos años, demasiados para aguantar algunas decisiones y demasiado pocos para juzgar otras más profundas. En efecto: un desastre, como decía Churchill.

De tan desconfiada como es, la democracia corre el riesgo cierto de no elegir a los mejores, o peor aún, de expulsarlos cuando estaban a mitad del buen camino. Es un precio alto que pagamos a cambio de evitar cualquier tiranía. La imperfecta democracia sacrifica la brillantez del líder indiscutible y apuesta por la insegura inteligencia colectiva, a sabiendas de que tropezará en muchas ocasiones.

Todas estas taras evidentes chocan con el confortable mito de que la democracia ha de ser siempre un paraíso político y social. Y como a nadie le gusta que le desmonten los mitos muchos han reaccionado sustituyéndolo por otro mito aún más asombroso e insostenible: que si no participan en esta defectuosa democracia y si manifiestan su descontento no votando, las decisiones no se tomarán, que el sistema les esperará a ellos y que la democracia se regenerará sola para que vuelvan a brillar la felicidad, la prosperidad y la justicia.

Nada de eso va a ocurrir, por supuesto. El sistema democrático solo cambiará mediante el voto y yo prefiero sumarme al cinismo del mandatario británico para recordar que, sean unas u otras, hay muchas decisiones que tomar. Así que yo no voy a renunciar jamás a manifestar mi opinión, no permitiré que las decisiones que se tomen se hagan sin contar con mi opción, sea al fin mayoritaria o no lo sea. Por eso pasado mañana iré a la urna. Y si usted no acude las decisiones se tomarán sin contar con usted, pero se tomarán, de eso que no le quepa duda. Usted decide.

Publicado en Danok Bizkaia el 19 de octubre de 2012